El grupo de trabajo presentó una serie de recomendaciones específicas para la revisión de los criterios para el diagnóstico de los trastornos disociativos en el DSM-5 (112). Se revisaron los datos clínicos, fenomenológicos, epidemiológicos, culturales y neurobiológicos relacionados con los trastornos disociativos con el fin de conseguir una actualización basada en la evidencia del conjunto de diagnósticos y criterios para el diagnóstico de DSM-5. Sobre la base de esta revisión, se propone una definición revisada de disociación para el DSM-5 y discutir las implicaciones de esta definición para comprender los síntomas disociativos y los trastornos. En concreto, se realizaron las siguientes recomendaciones para el DSM-5 (112):
1. El trastorno de despersonalización debe contemplar también síntomas de desrealización.
2. La fuga disociativa debe convertirse en un subtipo de la amnesia disociativa.
3. Los criterios diagnósticos del trastorno de identidad disociativo (antes trastorno de personalidad múltiple) deben cambiarse para destacar la naturaleza disruptiva de la disociación y la amnesia de los acontecimientos cotidianos, así como el componente traumático. La experiencia de la posesión debe incluirse
en la definición de interrupción de la identidad.
4. En caso de trastorno disociativo de trance, se debe incluir en la categoría del trastorno disociativo no especificado.
En un artículo de 2012, Brand y colaboradores discuten los aspectos más destacados de la investigación realizada durante los últimos cinco años en la evaluación, el tratamiento y las bases neurobiológicas de los trastornos disociativos (113). Estos autores indican que las investigaciones recientes muestran que los trastornos disociativos se asocian con síntomas graves, así como con una mayor tasa de utilización de los tratamientos de salud mental en comparación con otros trastornos psiquiátricos. Como resultado, al igual que sucede con otros trastornos postraumáticos complejos, comportan una alta carga económica y personal para los pacientes y la sociedad. Las últimas investigaciones indican que los pacientes con trastornos disociativos muestran una respuesta subóptima a tratamientos estándares basados en la exposición, como los empleados para el trastorno de estrés postraumático, así como altos niveles de abandono del tratamiento. Las incipientes investigaciones sobre el tratamiento de los trastornos disociativos, principalmente provenientes de ensayos naturalistas y abiertos, indican que los pacientes que reciben tratamiento especializado basado en el trauma, muestran un mejor funcionamiento de los síntomas disociativos, así como una reducción de los síntomas. Los autores también afirman que los estudios recientes de la base neurobiológica subyacente de los trastornos disociativos indican la existencia de un modelo de inhibición excesiva a nivel límbico, lo que es coherente con la presentación y la fenomenología clínica de estos pacientes (113).
112. Spiegel, D, et al., Dissociative disorders in DSM-5. Depress Anxiety, 2011. 28 (9): p. 824-52.
113. Brand, BL, et al., Where are we going? An update on assessment, treatment, and neurobiological research in dissociative disorders as we move toward the DSM-5. J Trauma Dissociation, 2012. 13 (1): p. 9-31.
Extracto del libro DSM-5 ¿QUO VADIS? de Miquel Bernardo Arroyo y Miquel Bioque Alcázar Ediveramérica 2013
www.ediveramerica.com